El Riesgo «Emergente» que Presentan los Químicos Ototóxicos a la Salud del Trabajador

 In Higiene Industrial, Salud Ocupacional
Editado por el Ingeniero Químico Raúl Escobar Márquez, CIH, FAIHA

La hipoacusia, o la pérdida auditiva, es una de las enfermedades laborales más comunes de México. Sin embargo, aunque la correlación entre la exposición laboral al ruido y la perdida auditiva ha sido extensamente estudiada por académicos en todo el mundo, el ruido no es el único riesgo a la salud auditiva del trabajador. Existe una familia de sustancias, llamados químicos ototóxicos, que pueden tener efectos nocivos en la audición y el equilibrio de las personas, independientemente de su exposición a ruido.

La proliferación de sustancias químicas en el ambiente laboral ha visto un incremento en publicaciones científicas que investigan el riesgo auditivo que corren las personas expuestas a agentes químicos. Según la guía publicada por OSHA en el 2018, la pérdida auditiva puede ser mayor con una co-exposición al ruido y a químicos ototóxicos que cualquier agente de manera individual. Varios estudios han demostrado que ciertos químicos ototóxicos (como químicos solventes) pueden agravar la pérdida auditiva inducida por el ruido aún cuando el nivel sonoro de exposición se encuentre debajo del Límite Superior Permisible (90 dBA).

De igual manera, OSHA advierte que los efectos sinergéticos de la exposición combinada a ruido y ototóxicos puede resultar en perdida auditiva aún cuando la exposición al agente químico se encuentre debajo del Límite Superior Permitido, especialmente en el caso de ruido impulsivo. Esto ha agravado la preocupación de especialistas en salud e higiene que piensan que la pérdida auditiva inducida por químicos ototóxicos pueda pasar desapercibida en el ambiente laboral.

Aún así, la regulación mexicana y norteamericana se ha quedado atrás en la protección del trabajador a estos riesgos llamados “emergentes” por la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo en el 2009. OSHA y NIOSH publicaron conjuntamente un boletín en el 2018 para concientizar al público sobre el riesgo de los químicos ototóxicos. Sin embargo, sigue sin haber regulación de seguimiento obligatorio en Estados Unidos o en México.

En esta guía hablaremos brevemente de:

  1. Algunos resultados históricos que respaldan la preocupación sobre estos riesgos.
  2. Los químicos ototóxicos comunes y los sectores en los que su uso es más común.
  3. Síntomas y efectos de la exposición a químicos ototóxicos.
  4. La prevención de la pérdida auditiva en los trabajadores expuestos.
  5. Recomendaciones de organizaciones mundiales de higiene industrial.

Al final de esta guía, también encontrará una lista de fuentes y recursos adicionales para aquellos que deseen información adicional a la que incluimos aquí.

Resultados Históricos

El primer registro histórico de los efectos de los químicos ototóxicos ocurrió hace mil años, cuando el filósofo y médico Avicenna de Persia observó que las personas expuestas a vapores de mercurio corren el peligro de sordera.

En 1986, Bergström y Nyström publicaron el transcendental estudio relacionando la exposición a sustancias químicas con la pérdida auditiva. El estudio abarcó 20 años, y siguió a 319 trabajadores suecos de diferentes sectores industriales. Como parte del estudio, los investigadores evaluaron la audición de los trabajadores de manera periódica, y en sus resultados encontraron que 23% de los trabajadores que trabajaban en el sector químico sufrían de pérdida auditiva a pesar de que fueron expuestos a niveles de ruido mucho menores a los niveles de otros sectores.

En otro estudio del 2018 (Dement) los investigadores estudiaron el historial laboral de más de 19 mil trabajadores estadounidenses que formaban parte del sector constructor. En este estudio, los investigadores encontraron que la exposición a solventes orgánicos en conjunto con una exposición a niveles elevados de ruido incrementaba el riesgo de la pérdida auditiva por 15-20%. El mismo incremento se encontró en los trabajadores que reportaban fumar y fueron expuestos a niveles elevados de ruido. La mayoría de los estudios en esta rama se han llevado acabo en animales, los resultados de los cuales han sido confirmados por datos epidemiológicos en humanos que trabajan en diversos sectores. Sin embargo, estas investigaciones epidemiológicas tienen algunas limitaciones importantes de notar:

  1. La falta de historiales detallados de las exposiciones de los trabajadores.
  2. La presencia de factores de interferencia que puedan modificar el resultado final (como por ejemplo el consumo de medicinas ototóxicas, tabaco, consumo de alcohol, el envejecimiento, y la exposición a ruido fuera del trabajo).
  3. El hecho de que la exposición química en situaciones experimentales, es cualitativamente diferente a las exposiciones químicas en situaciones ocupacionales reales.

Químicos Ototóxicos Comunes y los Sectores Que Los Usan

El ruido es un agente físico que causa daño mecánico y metabólico a los receptores auditivos periféricos, la cóclea, y, en casos muy raros, a las vías neuronales.

Los químicos ototóxicos, por otro lado, entran al flujo sanguíneo y pueden llegar a la cóclea o hasta el nervio vestibulococlear y el sistema nervioso central, donde pueden afectar la estructura o la función del oído interno, el cual tiene un rol importante en el aparato auditivo y vestibular (equilibrio y control espacial). Por esta razón los químicos ototóxicos se pueden dividir en 3 tipos principales:

  1. Neurotóxicos que afectan los nervios que interfieren en la audición y el equilibrio de las personas.
  2. Cocleotóxicos que afectan las células ciliadas de la cóclea (las cuales son receptores sensoriales en el oído interno) y pueden alterar la audición.
  3. Vestibulotóxicos que afectan las células ciliadas en los órganos del aparato vestibular (relacionado con el equilibrio y control espacial) en el oído interno.

La siguiente tabla incluye algunos ejemplos de químicos ototóxicos agrupados por clase de sustancia:

ClaseQuímicosUsoToxicidad
FÁRMACOSAminoglucósidos (por ejemplo, estreptomicina, gentamicina) y otros antibióticos (por ejemplo, tetraciclinas)Tratamiento de infecciones graves.Cocleotóxicos
Vestibulotóxicos
FÁRMACOSDiuréticos del asa (por ejemplo, furosemida, ácido etacrínico)Tratamiento de hipertensión, edema por insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal.Neurotóxicos
Vestibulotóxicos
FÁRMACOSAlgunos analgésicos y antipiréticos (por ejemplo, salicilatos, quinina, cloroquina)Analgésico. Tratamiento de malaria.Cocleotóxicos
Vestibulotóxicos
FÁRMACOSAlgunos agentes antineoplásicos (por ejemplo, cisplatino, carboplatino, bleomicina)Quimioterapias.Cocleotóxicos
SOLVENTESSulfuro de carbonoPesticidas. Fabricación de fibras de celulosa, rayón, celofán, y agentes flotantes.Neurotóxico
SOLVENTESn-HexanoDisolvente para pinturas. Agente de limpieza en los sectores de impresión, textiles, arma de muebles. Dentro de pegamentos utilizados en la construcción de techos, producción de calzados, y en la marroquinería.Neurotóxico
SOLVENTESToluenoAdhesivos, pinturas, barnices, tintas, pegamentos, thinners, desgrasantes, etc.Neurotóxico
Cocleotóxico
SOLVENTESp-XilenoDisolvente. Dentro de formulaciones de combustibles de gasolina.Cocleotóxico
SOLVENTESEtilbencenoSolvente. Se usa como aditivo del petróleo. Se encuentra en tintas, insecticidas, y pinturas.Cocleotóxico
SOLVENTESn-Propil bencenoSe utiliza en la industria de pigmentos y tintas.Cocleotóxico
SOLVENTESEstirenoManufactura de platicos, hules, fibras de vidrio.Cocleotóxico
SOLVENTESMetilestirenoProducción de plásticos.Cocleotóxico
SOLVENTESTricloroetilenoUso en tintorerías. Solvente para desengrasar. Se encuentra en adhesivos, barnices, lubricantes, pinturas, pesticidas, acabados de madera.Neurotóxico
ASFIXIANTESMonóxido de carbonoProducto de la combustión ineficiente.Neurotóxico
ASFIXIANTESCianuro de hidrógeno y sus salesMinería.Neurotóxico
ASFIXIANTESHumo de tabacoFumar.Neurotóxico
NITRILOS3-ButenenitriloProducción de plásticos.Cocleotóxico
NITRILOScis-2-PentenenitriloProducción de plásticos.Cocleotóxico
NITRILOSAcrilonitriloProducción de hule, resinas, plásticos, elastómeros, y fibras sintéticas.Neurotóxico
NITRILOScis-Crotononitrilo Neurotóxico
Cocleotóxico
Vestibulotóxico
NITRILOS3-3’-Iminodipropionitrilo Neurotóxico
Cocleotóxico
METALES PESADOSCompuestos de mercurioFabricación de productos químicos industriales, fertilizantes, pesticidas.Neurotóxico
METALES PESADOSPlomoManufactura, Minería. Producción de pilas, municiones, y productos metalúrgicos. Se encuentra en algunas gasolinas, pinturas, selladores, y productos cerámicos.Neurotóxico
METALES PESADOSCompuestos orgánicos de estañoPesticidas, plásticos, paquetes de comida, pipas de plástico, pinturas.   
METALES PESADOSDióxido de germanioMaterial para fibras ópticas, producción de fósforos y materiales semiconductores.Neurotóxico

Los sectores en los que más comúnmente se trabaja con químicos ototóxicos son los de:

  • Manufactura
  • Minería
  • Construcción
  • Agricultura
  • Imprenta

Dentro de la industria manufacturera, los subsectores más pertinentes son:

  • Fabricación de metales
  • Maquinación
  • Marroquinería
  • Textiles
  • Petróleo
  • Papelera
  • Química
  • Producción de pinturas
  • Manufactura de muebles
  • Equipo de transporte
  • Equipo eléctrico
  • Producción de paneles solares
  • Producción de Pegamentos

En muchos sectores, los trabajadores están expuestos conjuntamente al ruido y a agentes químicos. Las actividades que implican una exposición alta al ruido, la cual potencialmente pudiera tener efectos sinérgicos cuando se combina con exposición a ototóxicos, son las siguientes:

  • Actividades de imprentas
  • Pintura
  • Construcción
  • El disparo de armas
  • Aplicación de pesticidas
  • Actividades de bomberos

Síntomas y Efectos de la Exposición a Químicos Ototóxicos

La exposición a químicos ototóxicos puede ocurrir por inhalación, ingestión, o por la vía cutánea. Los efectos de esta exposición son sujetos a muchos factores, como la frecuencia, magnitud, y tiempo de exposición, así como factores individuales personales cómo factores genéticos. Por esta razón, los síntomas y efectos de una exposición se manifiestan de diferentes maneras de persona a persona.  

Uno de los efectos principales de la exposición es la elevación del umbral auditivo, el cual puede ser un efecto temporal o permanente. Cómo los químicos se encuentran en el flujo sanguíneo, pueden afectar el sistema nervioso central, y como resultado, no solo se requiere un volumen más elevado para poder oír, sino también la percepción de los sonidos puede llegar a perder claridad. Esto se puede ver reflejado de las siguientes maneras:

  • La distorsión del sonido.
  • La inhabilidad de diferenciar entre dos sonidos de frecuencias similares.
  • La inhabilidad de detectar pausas entre sonidos distintos.
  • La inhabilidad de localizar la fuente del ruido.

De estos, el resultado más importante de la sordera es la pérdida de la habilidad de discernir el habla, y separar voces del ruido de fondo.  Esto puede resultar en dificultades de parte del trabajador para trabajar en ambientes ruidosos, y eleva el riesgo de que el trabajador sufra de accidentes o lesiones ocupacionales por su inhabilidad de oír a sus compañeros o alarmas de seguridad.

Para conocer más acerca de los efectos secundarios de la exposición a ruido y la perdida auditiva, lea la sección 4. Efectos de la Exposición en nuestra guía técnica sobre la evaluación de la exposición ocupacional al ruido, haciendo clic aquí.

Otros posibles efectos de los químicos ototóxicos incluyen problemas con el equilibrio y tinnitus, que es la percepción de ruidos como zumbidos, timbrazos, o pulsaciones cuando no hay sonido exterior que los cause. Los problemas de equilibrio pueden ser leves o muy graves, dependiendo de la exposición. Algunos químicos ototóxicos producen problemas temporales de equilibrio que desaparecen o disminuyen cuando cesa la exposición, pero este no siempre es el caso.

Según un boletín publicado por ASHA (American Speech-Language-Hearing Association) en el 2020, hay algunos síntomas que se pueden monitorear para identificar problemas de equilibrio:

  • Dolor de cabeza
  • Sentir «lleno» el oído (como por cambio de presión o altura)
  • Sentir mareo o aturdimiento
  • Inestabilidad al caminar
  • Visión borrosa, u otros cambios en la visión
  • Dificultad para mover la cabeza
  • Dificultad para caminar en la oscuridad
  • Sentir cuerpo débil

Prevención de la Pérdida Auditiva en los Trabajadores Expuestos

El primer paso que se debe de tomar en la prevención de daño a los trabajadores expuestos es la identificación de todos los químicos ototóxicos que se encuentren en el ambiente laboral. Para esto, es importante leer los Safety Data Sheets (SDS) de todas las sustancias químicas presentes en el ambiente.

Puede leer más sobre cómo llevar acabo un reconocimiento de agentes químicos en el ambiente laboral en nuestra guía técnica de la NOM-010-STPS-2014 haciendo clic aquí.

No todas las sustancias ototóxicas están marcadas como tal en sus SDS, pero según el boletín de OSHA la información toxicológica puede darnos una idea de la ototoxicidad de la sustancia. Por ejemplo, la mayoría de los químicos conocidos que afectan la audición también son neurotóxicos o nefrotóxicos, como se muestra en la siguiente imagen.

Ya que se haya identificado la presencia de sustancias ototóxicas en el ambiente, se deben tomar los pasos adecuados para controlar la exposición.

Según la jerarquía de medidas de control de la higiene industrial, la primera medida que se debe considerar es la eliminación del riesgo, es decir, que no exista exposición, lo cual es la medida más efectiva pero la más difícil de aplicar.

Cuando no se pueda eliminar el riesgo por completo, se debe controlar a través de la reducción de la cantidad de la sustancia en el ambiente laboral o la sustitución de la sustancia por otras cuyos efectos sean menos nocivos.

Si ninguna de estas medidas es posible, se deben utilizar controles de ingeniería, como sistemas de ventilación, o la modificación de la maquinaria que causa ruido. Cuando esto no es posible se deben intentar controles administrativos, como la reducción del tiempo o frecuencia de exposición del trabajador, o la re ubicación de trabajadores vulnerables.

La ultima medida de control disponible—y la menos efectiva, aunque en ocasiones es la única opción disponible—es el uso de equipo de protección personal. Cómo algunos químicos ototóxicos se pueden absorber por vía cutánea, es posible que el uso de guantes, mandiles, u otras vestimentas especiales puedan minimizar la exposición dermal. También es importante seguir la regulación correspondiente sobre la protección respiratoria correspondiente al nivel de exposición del personal. Si los trabajadores están co-expuestos al ruido y a químicos ototóxicos, es importante que utilicen protección auditiva adecuada a su nivel de exposición a ruido.

Una explicación más profunda de la jerarquía de controles se puede encontrar en la sección 4. Control de Riesgos de nuestra guía técnica sobre agentes químicos, ubicada aquí.

Recomendaciones de Organizaciones Mundiales de Higiene Industrial

Todavía nos falta mucho por entender de los efectos de la exposición a ototóxicos, y cómo estos interactúan con la exposición ocupacional al ruido. Sin embargo, los especialistas en salud, seguridad e higiene tienen un rol muy importante en la mitigación de los efectos más dañinos de la exposición. Al identificar los químicos ototóxicos en el ambiente laboral, informar a los patrones y trabajadores de los riesgos asociados con la exposición, y al dar recomendaciones benéficas, se puede controlar el riesgo a la salud del trabajador, y reducir el impacto de la exposición en su vida.

 Aunque las organizaciones norteamericanas de higiene no han adoptado medidas obligatorias para la regulación de químicos ototóxicos, entidades estadounidenses, europeas, y australianas han publicado listas de recomendaciones no obligatorias que pueden ayudar a controlar el riesgo. Algunas de estas recomendaciones incluyen:

  • Reducir el nivel máximo permitido de ruido a 80 dBA (para una exposición de 8 horas) en los ambientes laborales donde haya co-exposición a ruido y químicos ototóxicos.
  • Requerir el uso de equipo de protección personal en los centros de trabajo donde haya co-exposición a ruido y químicos ototóxicos.
  • Requerir audiogramas anuales del personal expuesto al 50% del límite máximo permitido de químicos ototóxicos, independientemente de la presencia de ruido en el ambiente laboral.
  • Requerir audiogramas anuales del personal que tiene una exposición dermal descontrolada a químicos ototóxicos.
  • Incluir al personal expuesto en programas para la conservación de la audición, o programas de monitoreo biológico, aún cuando la exposición se encuentre debajo de los límites máximos permitidos.
  • Crear un programa de concientización sobre químicos ototóxicos médicos y/o no ocupacionales, especialmente en las empresas con personal co-expuesto a ruido y ototóxicos.
  • Si el personal expuesto a químicos ototóxicos se queja de dificultades auditivas, pero sus pruebas audiométricas resultan en evaluaciones normales, estos trabajadores deben recibir evaluaciones audiológicas más completas para evaluar las partes más centrales del sistema auditivo.

Para conocer más sobre los beneficios de un programa de monitoreo biológico, lea nuestro artículo sobre el tema haciendo clic aquí.

Es cierto que se requiere de más información para poder regular los químicos ototóxicos en el ambiente laboral. Sin embargo, se han llevado a cabo muchos estudios médicos que han producido suficientes resultados para que los especialistas en salud, seguridad e higiene puedan desarrollar medidas de control para proteger la salud de los trabajadores bajo su cuidado.

Hemos dicho que el simple cumplimiento regulatorio no es suficiente para garantizar la conservación de la salud de los trabajadores en México, y por eso es responsabilidad de los especialistas buscar la manera de minimizar los riesgos laborales y luchar por el derecho a la salud de todos los trabajadores.  

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Fuentes

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