La Legionelosis en el tiempo de COVID-19

 In Higiene Industrial, Noticias, Salud Ocupacional
Editado por el Ingeniero Químico Raúl Escobar Márquez, CIH, FAIHA

Resumen

Después de tanto tiempo de aislamiento debido a la pandemia, cuando el país comenzó el proceso de reapertura, muchas empresas y centros de trabajo se enfocaron, con justa razón, en minimizar la transmisión del coronavirus en sus edificios. Desafortunadamente, este enfoque singular ha permitido que otros riesgos relacionados con la calidad del aire interior se hayan dejado de atender, como es la Legionelosis, o la Enfermedad del Legionario.

El confinamiento del 2020 y 2021 obligó a muchos centros de trabajo a cerrar por completo o a mantener un funcionamiento parcial mientras los trabajadores migraban a trabajo de home office. Debido a este paro de actividades, los sistemas de agua de los edificios cerrados se quedaron estancados por periodos muy largos de tiempo, y en muchos casos también se redujo la frecuencia de su mantenimiento. Todo esto contribuyó a la creación de un ambiente perfectamente acondicionado para el desarrollo de colonias bacterianas.

¿Qué es la Enfermedad del Legionario?

La enfermedad del legionario es un tipo grave de neumonía causado por la inhalación de aerosoles que contienen la bacteria Legionella, y que en la mayoría de los casos resulta en la hospitalización del paciente.

La mayoría de las infecciones por Legionella resultan por respirar aerosoles que dispersan sistemas de ventilación contaminados, especialmente aquellos que son grandes o complejos, como los que se encuentran en los hospitales, hoteles, oficinas, y cruceros. La bacteria suele encontrarse en los sistemas de plomería, torres de enfriamiento, jacuzzis, o en sistemas de agua caliente (25-45°C).

La proliferación de la bacteria puede ser provocada específicamente por depósitos de agua estancada, sistemas de agua que no reciben el mantenimiento adecuado o que no son desinfectados frecuentemente. Sin embargo, en la mayoría de los casos esporádicos, la fuente de infección no se ha podido identificar.

La enfermedad fue descubierta en 1976, cuando 200 personas que asistieron una convención del American Legion en Filadelfia reportaron síntomas similares a los de una neumonía. Docenas de personas murieron a causa de esta enfermedad misteriosa. Después de una investigación extensa, se logró identificar una contaminación bacteriana en el agua del sistema de ventilación del hotel que hospedó la convención como la causa de la enfermedad.

Para más información sobre la calidad del aire interior, y los contaminantes que pueden alterar la salud de los habitantes expuestos, consulte nuestro artículo sobre el tema haciendo clic aquí.

La Enfermedad del Legionario: Síntomas y Tratamiento

Aunque en el medio ambiente natural la Legionella no suele causar enfermedades, en espacios cerrados la bacteria puede infiltrar el sistema respiratorio de las personas cuando ellas respiran aire que contiene pequeñas gotas de agua contaminada con la bacteria.

La enfermedad del legionario es muy similar a otros tipos de neumonías y provoca síntomas muy parecidos, como:

  • Tos
  • Dificultad para respirar
  • Fiebre
  • Dolores musculares
  • Dolores de cabeza

Otros síntomas asociados con la enfermedad son: diarrea, náuseas, y confusión.

Los síntomas generalmente aparecen entre 2 y 14 días después de la exposición a las bacterias, pero podrían tardar más tiempo en manifestarse.

Es común que la enfermedad de legionario sea diagnosticada erróneamente cómo una infección de neumonía general, lo cual resulta en que no se identifique la fuente de infección y lo cual deja la puerta abierta a infecciones adicionales. El peligro es que se ha estimado que, por cada caso con una fuente de infección propiamente identificada, hay 9 casos esporádicos con causas desconocidas.

La enfermedad del legionario se trata con antibióticos, y mientras la mayoría de las personas que contraen esta infección requieren de hospitalización (95%), muchos se recuperan por completo. Sin embargo, alrededor de 1 de cada 10 personas que contraen la enfermedad del legionario muere a causa de la infección.

La enfermedad del legionario es muy poco común en personas jóvenes y saludables, sin embargo, estas personas no están exceptas de desarrollar la enfermedad. El riesgo de desarrollar la enfermedad del legionario es mayor para las siguientes personas:

  • Fumadores o exfumadores;
  • Personas con enfermedades pulmonares crónicas, como enfisema o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC);
  • Personas con un sistema inmunológico débil o condiciones médicas subyacentes, como cáncer, diabetes o insuficiencia renal;
  • Personas que toman medicamentos que debiliten el sistema inmunitario;
  • Personas de 50 años o más.

En mayo del 2022, la CDC advirtió sobre el riesgo elevado de contraer la enfermedad del legionario en camiones y vehículos comerciales. Para conocer más acerca del riesgo a la salud de choferes, haga clic aquí.

Legionelosis y el COVID-19

Debido a la similitud en los síntomas de ambas enfermedades, los doctores que han luchado en el frente de combate de la pandemia pueden realizar pruebas repetidas de COVID-19 antes de reconocer la necesidad de realizar pruebas para la enfermedad de legionario.

No solo son muy similares las manifestaciones sintomáticas de ambas enfermedades, sino que también las poblaciones de más alto riesgo, y sus periodos de incubación son prácticamente idénticos, lo cual dificulta el diagnostico.

La mayoría de los casos de enfermedad del legionario que ocurren cada año no se diagnostican, y algunos expertos recomiendan que todos los pacientes hospitalizados con neumonía adquirida en la comunidad sin una etiología conocida se sometan a una prueba de infección por Legionella.

Un estudio académico del 2021 argumenta que el simple hecho de haber sido expuesto a aerosoles de agua en edificios con sistemas de agua masivos (como son las oficinas, hoteles, hospitales, cruceros, centros de convenciones, o centros comerciales), especialmente aquellos recientemente reabiertos, debe considerarse como un factor de riesgo epidemiológico para la exposición a Legionella, y los médicos lo deben tomar como indicación de que se debe de realizar una prueba de Legionella a la persona y al agua de esos sitios.

Un diagnóstico adecuado puede aumentar la probabilidad de un tratamiento antibiótico apropiado y oportuno, identificar grupos potenciales de enfermedades y facilitar la atribución de la fuente, lo cual disminuye la probabilidad de infecciones adicionales.

NOTA: Si usted presenta síntomas de neumonía y puede haber estado expuesto a la Legionella, consulte a un médico de inmediato. Asegúrese de mencionar si en su casa u oficina el sistema de ventilación es húmedo, o si en las últimas dos semanas ha usado un jacuzzi , ha pasado alguna noche fuera de su casa, o se ha quedado en un hospital.

Como Prevenir los Brotes de Legionella

En los edificios con sistemas de ventilación masivos, es importante que profesionales especializados desarrollen programas de mantenimiento con controles que puedan prevenir el desarrollo de colonias bacterianas en los sistemas de agua. Es muy importante que estos programas incluyan un calendario de monitoreo para verificar la eficacia de los controles que se estén utilizando.

Algunos ejemplos de controles efectivos son los siguientes:

  • Mantener la limpieza y el equilibrio de los sistemas de agua para prevenir el desarrollo de bacterias y fangos.
  • Añadir desinfectantes que puedan eliminar bacterias que se puedan llegar a desarrollar.
  • Prevenir la estancación del agua en los sistemas de ventilación.
  • Mantener el agua de los sistemas de agua la temperatura adecuada para prevenir el desarrollo de colonias bacterianas. La Legionella se desarrolla rápidamente en temperaturas entre 25 y 45ºC, entonces es importante mantener el agua fría lo suficientemente fría, y el agua caliente lo suficientemente caliente para prevenir un brote.
  • Enjuagar regularmente el sistema de agua, especialmente las ramas del sistema que puedan estar bloqueadas o cerradas o donde el agua no pueda fluir.
  • Reducir o prevenir los aerosoles de agua del sistema de ventilación.

Las personas encargadas de mantener estos sistemas de ventilación deben de tener la capacitación adecuada para poder identificar los indicios de que existen problemas sanitarios. Y para mitigar los riesgos de manera más completa, se recomienda que se hagan pruebas periódicas que aseguren la calidad del agua y del aire interior.

Los pasos que se pueden tomar para prevenir brotes en hogares o en edificios más pequeños incluyen los siguientes:

  • La CDC recomienda que los dueños de jacuzzis y spas realicen pruebas frecuentes de los niveles de cloro, bromo, y pH del agua.
  • Tuberías viejas, o ramas del sistema de ventilación “muertas” (que han sido alteradas, abandonadas, o bloqueadas) son áreas de los sistemas de agua y ventilación donde se pueden llegar a desarrollar colonias bacterianas. Enjuagarlas periódicamente y prevenir la estancación del agua en estas áreas.
  • Vigilar la calidad del agua en las áreas donde se llega a estancar el agua, especialmente si esos sistemas producen aerosoles que se pueden respirar (por ejemplo: fuentes).
  • Enjuagar las tuberías con uso infrecuente, antes de utilizarlas. Por ejemplo, si hay un baño de la casa que se usa infrecuentemente, dejar correr el agua de la regadera unos minutos antes de usarla, y tener cuidado de no respirar los aerosoles mientras se enjuaga la tubería.
  • Mantener el agua de los sistemas de agua a la temperatura adecuada para prevenir el desarrollo de colonias bacterianas.

Para más información sobre como prevenir los brotes de Legionella y como desarrollar un programa de mantenimiento de sistemas de agua y ventilación, visite la página del CDC haciendo clic aquí.

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Fuentes

Barskey, Albert, et al. “Legionnaire’s Disease Surveillance Summary Report, United States, 2016-2017.” CDC NCIRD, February 2020.

Barskey, Albert, et al. “Rising Incidence of Legionnaire’s Disease and Associated Epidemiologic Patterns, United States, 1992-2018.” Emerging Infectious Diseases, March 2022; 28(3):527-538.

Cassell, Kelsie, et al. “Legionnaires’ disease in the time of COVID-19.” BMC Pneumonia, January 2021.

“Causas y propagación de la Enfermedad del Legionario.” Legionella (Enfermedad del Legionario y fiebre de Pontiac). CDC.

“Enfermedad del Legionario.” Legionella (Enfermedad del legionario y fiebre de Pontiac). CDC.

Peeples, Lynne. “Why Reports of Legionnaire’s Disease Are on the Rise in the United States.” Smithsonian Magazine, October 2020.

“Historia, Carga y Tendencias.” Legionella (engermedad del legionario y fiebre de Pontiac). CDC.

Hunter, Candis M., et al. “Racial Disparities in Incidence of Legionnaires’ Disease and Social Determinants of Health: A Narrative Review.” Public Health Reports, June 2021.

Skinner, Alexandra. “There could be something very bad lurking in your water.” OHS Canada. 2022.

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