Las audiometrías en el cuidado de la salud auditiva de los trabajadores
Las audiometrías son herramientas claves para el cuidado de la salud auditiva de las personas. Gracias a ellas es posible vigilar y prevenir daños que podrían derivar en deterioro o pérdida auditiva.
En el contexto de la medicina del trabajo, estos estudios son especialmente relevantes, ya que la pérdida de la capacidad para escuchar es el problema de salud más común para los trabajadores después de la dorsalgia, según lo indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Debido a la gran cantidad de industrias en las que los trabajadores están expuestos a ruidos y sonidos fuertes que pueden dañar su audición a largo plazo, hablar de las audiometrías y tener presente su utilidad se vuelve indispensable tanto para los trabajadores como para los empleadores.
La exposición ocupacional al ruido en el mundo
Se estima que en todo el mundo al menos 600 millones de trabajadores están expuestos a niveles peligrosos de ruido en el trabajo y 16% de las pérdidas auditivas en adultos se atribuyen al ruido laboral. Además, hay que tener en cuenta que los daños causados por el ruido no solo afectan la audición, que suele presentar hipoacusia, sino que también pueden causar otros problemas circulatorios y de equilibrio al grado de incapacitar al trabajador.
Al ser un problema global de salud, varios países cuentan con regulaciones legales que establecen límites máximos de exposición a los que pueden someterse los trabajadores, además de otras medidas como los programas de conservación auditiva, en los que las audiometrías son un elemento indispensable.
En Estados Unidos, por ejemplo, la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) requiere que se realicen audiometrías a los trabajadores expuestos a niveles superiores a 85 decibeles durante un periodo de ocho horas.
Las audiometrías y el Programa de Conservación de la Audición en México
En el caso de México, las condiciones de higiene y seguridad en el trabajo donde se genera ruido están indicadas en la NOM-011-STPS-2001, que establece, además de los límites máximos permisibles, un Programa de Conservación de la Audición.
En él, al igual que la OSHA, la norma mexicana señala en ese programa que “El patrón debe llevar a cabo exámenes médicos anuales específicos a cada trabajador expuesto a niveles de ruido de 85 dB(A) y mayores”. Y, aunque no especifica los mecanismos, las audiometrías son sustanciales para la evaluación del oído.
¿Qué es una audiometría?
La audiometría es un estudio que mide la capacidad de un individuo para escuchar sonidos de diferentes frecuencias y volúmenes. Con ella se busca registrar los umbrales auditivos del trabajador mediante tonos puros (para el caso de la audiometría tonal) o palabras y frases (para la logoaudiometría o audiometría verbal).
Posteriormente, con la información obtenida en las audiometrías y otros posibles estudios complementarios, se llevan a cabo las interpretaciones para evaluar si los trabajadores están sufriendo daños por la sobreexposición al ruido.
¿Quién lleva a cabo las audiometrías ocupacionales?
En el apartado de vigilancia de salud, la NOM-011-STPS-2001 menciona que, de no existir normatividad por parte de la Secretaría de Salud, el médico de la empresa determina qué tipos de estudios se deben realizar.
No obstante, la empresa no siempre cuenta con los equipos humanos y materiales para cubrir un Programa de Conservación de la Audición, por lo que se apoya en otras organizaciones con profesionales de la salud capacitados en estudios como la audiometría, que implica conocimientos en la toma de umbrales de audición, otoscopia e interpretación de resultados, además de nociones o especialización en la salud ocupacional.
¿Cómo se lleva a cabo una audiometría?
En general, las audiometrías se realizan antes de que los trabajadores comiencen un trabajo ruidoso, para establecer un punto de referencia de su capacidad auditiva inicial.
En Micromed, por ejemplo, quienes llevan a cabo la audiometría tonal primero corroboran que el trabajador haya pasado un periodo de al menos 12 horas sin exposición a ruido en el trabajo, para evitar que haga el estudio con fatiga auditiva.
Posteriormente, se procura hacer una otoscopia para vigilar cualquier posible anomalía en los conductos auditivos y membranas timpánicas. Una vez que se ha corroborado esto, si no existe algún problema, se pasa al trabajador a la cabina audiométrica o cámara silente, donde se le colocan unos auriculares por los que se emitirán los sonidos.
Según la guía sugerida en la NOM-011-STPS-2001, la evaluación audiométrica tonal debe hacerse con equipo calibrado y contener como mínimo la exploración de vía aérea en las frecuencias y los niveles de presión siguientes:
Frecuencia central – Hz | 250 | 500 | 1000 | 2000 | 4000 | 8000 |
Nivel de Presión Acústica Máximo | 44 | 26 | 28 | 37 | 44 | 41 |
Los resultados de cada oído se van registrando en un audiograma que se interpreta por un médico del trabajo, quien puede sugerir algunas medidas si los estudios sugieren un daño auditivo, como que los trabajadores puedan ser trasladados a áreas menos ruidosas o recibir equipos de protección auditiva, como tapones para los oídos o protectores de ruido.
Los beneficios de las audiometrías
Además del importante valor preventivo que tienen para la salud auditiva, las audiometrías en centros de trabajo con ruido son benéficas tanto para el patrón como para el trabajador por varias razones, entre las que destacamos:
Para los patrones
- Ayudan al cumplimiento legal que suelen ser un requisito en ciertos sectores.
- Reducen los costos: la pérdida de la audición relacionada con el trabajo puede resultar en costos significativos para los patrones, como puede ser el pago de compensación a los trabajadores afectados y la pérdida de productividad. Pueden ayudar a identificar tempranamente la pérdida auditiva y tomar medidas preventivas para reducir los costos a largo plazo.
- Fomento de una cultura de seguridad: demuestra preocupación del patrón por la salud de los trabajadores y su bienestar.
Para los trabajadores
- Protección a la salud auditiva, lo que implica un nivel de vida digno.
- Consciencia sobre la exposición al ruido.
- Tranquilidad de saber que su salud auditiva está siendo monitoreada.
La pérdida auditiva no solo afecta la capacidad del individuo para comunicarse e interactuar con los demás, sino que también afecta su calidad de vida en general. Al proporcionar pruebas audiométricas regulares, los empleadores pueden ayudar a sus empleados a mantener su salud auditiva y prevenir daños a largo plazo.